viernes, 13 de junio de 2008

ESPIRAL




Cerrando puertas, o cerrando círculos. Estos son los dos títulos de un texto atribuído a Pablo Coelho, aunque también a Gloria Hurtado, psicóloga y columnista colombiana, que le denuncia por plagio. La única diferencia entre ambos escritos está en el título, por lo demás, son practicamente idénticos.
Realmente, aunque reconozco haber leído con agrado algún libro de Pablo Coelho, no sabría decir por qué pero siempre me ha inspirado un cierto recelo o desconfianza. En ocasiones, al leer a Coelho he tenido la sensación de estar consumiendo de modo indirecto ideas de tipo "autoayuda - consultorio radiofónico".
De todos maneras, parecería increíble que alguien con la difusión internacional de Pablo Coelho osara copiar al pie de la letra el escrito de otra persona y atribuirse su autoría. Pero ellos sabrán...

Ahí van unos fragmentos del citado texto. Me resultan interesantes, aunque muy discutibles, por supuesto:
"Siempre es preciso saber cuando se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando" .
"No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros".
"Por eso, a veces es importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros. Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación".
"Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente".



Personalmente, no creo que el pasado sea algo que podamos manejar tan facilmente, cerrando puertas para no ver, como avestruces que esconden la cabeza... En todo caso, me gusta más la representación de la vida según los "autores" como sucesivos círculos que vamos cerrando. Sin embargo, y para no ser menos, yo imagino estos círculos en continuidad, con lo que se dibujaría una espiral ascendente.
El pasado es nuestro y único. Es nuestra historia. Por supuesto, no debemos vivir en él, ni mirar hacia atrás enfermizamente, pero nadie, ni siquiera deseándolo con todas sus fuerzas, puede hacer desaparecer lo vivido.
Por ello, aunque pueda tener episodios desagrables, forma parte de nuestra realidad y creo que debemos amar el pasado en su conjunto. Por decirlo de alguna forma es el cemento sobre el que se ha construído nuestro presente. Todo lo que somos, todo lo que sentimos, todo lo que somos capaces de vivir es posible gracias a los círculos que hemos ido recorriendo a lo largo de los años. Sin ser conscientes de ello, el pasado ha representado la preparación que nos ha llevado a poder vivir nuestra realidad actual.




4 comentarios:

José Porto dijo...

Por mirar atrás, la mujer de LOT, quedó convertida en ESTATUA DE SAL. El camino se encuentra siempre hacia delante.

Demián dijo...

Tienes razón José: Yo siempre voy hacia adelante, y cuando no me gusta, doy media vuelta y sigo avanzando, pero ¡jamás! retrocedo.
Pensé que algo de humor para un lunes no vendría mal.
Saludosq

aire dijo...

Claro que sí José y Demián: el pasado, pasado está y el camino está a nuestros pies.
Lo que yo intento decir es que sin él no existiría nuestro presente: de haber sido distinto el pasado, ahora seríamos otras personas, tendríamos otras vivencias.
De todas maneras, es muy temprano para "escurrir" neuronas.
¡Bon día!

Miércoles dijo...

Hola. El olorcito a consultorio radiofonico de Coelho no lo sientes tu sola: en las librerias aqui esta en la estanteria de "crecimiento personal/autoayuda". Y coincido contigo: las ideas de los primeros parrafos no implican para nada la conclusion del ultimo. Personalmente soy incapaz de encontrar un recuerdo que quiera destruir.