lunes, 2 de junio de 2008


" La diferencia entre un taurino y un antitaurino está en la mirada. El primero no ve la sangre ni la violencia: solo ve la faena. El segundo sólo ve la sangre en primer término y se niega por principio a ir más allá porque considera que ningún tipo de belleza o arte puede estar fundado en esta carnicería previa"
(Manuel Vicent "Antitauromaquia")

7 comentarios:

José Porto dijo...

Estoy a la espera de documentarme para contestar a tan contradictoria y apasionada cuestión, en la que no entro, pero si he de decir, que la Tauromaquia, como tal arte, ME GUSTA.

Miércoles dijo...

Noticia en el diario El Mundo de hoy a propósito del tema:
Un tribunal prohíbe al canal estatal portugués emitir corridas de toros en horario diurno
El Tribunal de Lisboa ha prohibido a la Radio Televisión Portuguesa (RTP) la emisión antes de las 22.30 horas de la corrida de toros que tenía previsto emitir el próximo domingo a las 17.00 horas, al considerar que el programa es violento. El juez estima que la emisión del espectáculo taurino del podría "influir negativamente en la formación de la personalidad de niños y adolescentes" que estuviesen frente a la pantalla de la televisión.

http://elmundo.es/elmundo/2008/06/04/comunicacion/1212605626.html

Que tiempos... Me acuerdo aún cuando en tiempos de ferias en España a los niños nos quitaban el Barrio Sésamo para meter corridas. Yo no quedé traumatizada (a apagar la tele se aprende muy pequeñito), acabé cabreada.

Demián dijo...

Cada vez que veo sangre se me pone mal cuerpo, pero eso no quiere decir que considere a los toros como un espectáculo violento que haya que suprimir de las pantallas.Hipocresía pura. Puede gustar o repeler, pero es espectáculo y sobre todo es ARTE:El enfrentamiento del hombre con la bestia a vida o muerte, de la fuerza con la inteligencia.
Cierto que todo ello teñido del rojo de la sangre, sangre que se ve y deja mala conciencia a muchos ciudadanos que están tranquilos ante millones de animales que cada día son torturados y sacrificados en el más oscuro anonimato.

José Porto dijo...

Suscribo cuanto dices Demián, no podría decirlo mejor. Además, el Toro de Lidia, nace y se cria, para ser lidiado; bello ejemplar y bella estampa y, además, ARTE. ¿Cuantos/as estarían dispuestos/as a "entrar a matar"?.

aire dijo...

Gracias por vuestros comentarios. Lo cierto es que a mí me disgusta mucho el toreo en sí, aunque no su plasticidad.
En un artículo publicado en el KidStar Magazine con el sugerente título "El arte de dañar", se enumeran y rebaten los principales argumentos taurófilos.Aunque sea por curiosidad, allá van los principales:
1) El toreo es arte en sí, o produce obras de arte (arte de dañar).
2) El toreo es cultura y tradición (también para los romanos lo era el circo con los cristianos)
3) El toreo es expresión de la religiosidad de un pueblo (capotes con imagen de la Virgen etc...)
4) Sin el toreo, la raza del toro de lidia desaparecería... Ásímismo desparecerían las dehesas...
5) El toro vive feliz hasta que va a la plaza.
6) Al toro le gusta la lucha y disfruta de las corridas (!!)
7) En la plaza el toro apenas sufre, pues la lucha hace que las heridas no duelan (!!!)
8) El toro tiene oportunidad de defenderse y puede ser indultado (???)
9) Es fuente de ingresos para muchas familias (sobre todo empresarios, ganaderos y toreros)
10) Atrae al turismo.
11) Negocio fructífero (quizás en otros tiempos)

¡En fin!

Demián dijo...

No conozco la revista citada ni su prestigio pero los comentarios me parecen mediocres y sin base alguna. Entiendo que no gusten las corridas, y también yo podría entenderlo si se me convencieran los argumentos.Hasta ahora no se ha dado el caso, sólo sentimentalismo barato y "pose".
Que me disculpe quien tenga otra perspectiva, yo lo hago con él.

aire dijo...

Gracias por tu comentario Demián. La revista aparece en Internet como liberada y lo cierto es que desconozco totalmente su prestigio y difusión.
A pesar de todo lo que dice (que es muchísimo más) a mí me sigue pareciendo muy bello el toreo en su plasticidad y estética, aunque me sigue disgustando el hecho en sí.
Saludos