sábado, 24 de mayo de 2008

LA RISA



















"...pero cuando yo abro
los ojos y los cierro,
cuando mis pasos van,
cuando vuelven mis pasos,
niégame el pan, el aire,
la luz, la primavera,
pero tu risa nunca
porqué me moriría"

(Tu risa. Pablo Neruda)


La risa. Fenómeno misterioso, casi mágico. Capaz de transformar de modo instantáneo la oscuridad en luz.
"La risa libera una gran cantidad de endorfinas, responsables en gran parte de la sensación de bienestar" ... a mí no me interesa.
"La risa reduce el colesterol, disminuye la glucemia, activa practicamente la totalidad de los músculos del cuerpo, favorece la digestión, facilita la evacuación" ... a mí no me interesa.
"La risa activa la circulación corporal, produce congestión cutánea, aumenta la producción lacrimal, puede relajar involuntariamente esfínteres" ... tampoco me interesa.

Me interesaría, tal vez, la risa como terapia, aunque odio los payasos.
Me interesaría, quizás, la patología de la risa, pero odio la hipocresía y me agobia el histerismo.
Me interesaría, tal vez, la risa en el mundo animal, pero ¿sabría interpretarla?

Me interesa la risa de un niño, limpia, clara, exenta de maldad o cinismo, repleta de alegría de vivir e ilusión. ¿Habeis oído su risa?

Me interesa la risa de alivio, tras un peligro evitado o una dificultad superada. ¿Habeis reído así alguna vez?
Me interesa la risa de dos personas que se quieren. Creo que puedes reir sin amar, pero es imposible amar sin compartir la risa. ¿Estáis riendo juntos?








6 comentarios:

Demián dijo...

Me interesa la risa:
Que a ti te interesa. Y también...
- La del hipócrita, porque así sé con quien no contar.
- La del borracho, porque detrás puede estar la causa de su borrachera.
- La del irónico, porque me dice de su inteligencia y de su sentido del humor.
- La del desconocido, porque me da su grado de empatía.
- La del adversario, porque refleja su grado de crueldad.
- La del comerciante, porque así sé hasta donde puede venderse.
- La del político, porque me adelanta lo "guapo" que saldrá en los carteles.
- La del clérigo, porque me previene contra el engaño.
- La del profesor, porque ya no me asusta su prepotencia.
- La del bebé, porque otros verán su llanto.
- La del enfermo, porque su dolor ya lo tiene asumido.
Y... la de las persona amada, la del amigo, porque cada día me reconforta.

aire dijo...

Bueno, vale... ¡puede ser que alguna risa más me pueda interesar!
Pero te aseguro que entre los personajes de tu lista el hipócrita, el borracho, el comerciante, el político o el clérigo, raramente van a conseguir COMPARTIR mi risa. Por supuesto, esto no impide que no pueda albergar sentimientos hacia ellos.
¡Saludos Demián!

José Porto dijo...

Creo que de todas las risas, la única que descartaría sería la del "loco".

aire dijo...

pero ¿dónde empieza la locura?

José Porto dijo...

Y, ¿donde termina la cordura?

aire dijo...

allí dónde nace una flor